¿Qué es el amor?
Amor por cualquier cosa.
Por tu familia. Por tus amigos. Por tu pareja. Por ti mismo.
Por tu canción favorita. Por tu lugar favorito. Por tus sueños. Por tus motivaciones. Por tus aficiones.
Por todo.
Pero sobre todo por ti. Y después por ti otra vez.
Pero a parte del amor por ti, existe el amor hacia otros. Y cada uno lo enfoca a su manera. Y yo el amor lo tengo hacia ti.
Cuando me hablan del amor sólo puedo pensar en lo feliz que soy cuando estoy contigo, aunque tú pienses todo lo contrario. Pienso en lo que me has enseñado. En lo que he aprendido de ti. En todos los momentos buenos y los no tan buenos. En tus palabras positivas. En tu apoyo incondicional, sea el momento que sea y sea el problema que sea. Pienso en todo lo que has hecho por mí y en todo lo que seguirás haciendo. Y créeme que soy consciente de lo que tengo. Soy consciente de todo tu esfuerzo, de tus ganas de verme feliz, de tu alegría cuando consigo algún logro. Soy consciente de que tengo a la mejor madre del mundo. 
Cuando me hablan del amor eres la persona que se me viene a la cabeza. Siempre me dices que el amor de una madre es muy diferente al resto de amores, y que eso lo descubriré cuando tenga la oportunidad de serlo. Pero yo he de decirte una cosa, y tú lo debes saber: el amor de una hija también es muy diferente al resto de amores. Sé que sabes de lo que estoy hablando. Lo que es adorar a tu madre, porque tú la adoras de la misma forma que yo a ti. Aunque es cierto que esto de medir el amor es muy relativo, ya lo aprendí hace un año. Y lo aprendí en el lugar menos esperado tanto para ti como para mí (ya sabes dónde te digo...), y no sabes cuánto te agradezco que me animaras a hacerlo. Necesitaba el apoyo de mucha gente para dar ese paso, pero tu apoyo era el más importante, y no cabía duda de que iba a ser el primero que iba a tener. Te doy las gracias por permanecer a mi lado cuando más lo he necesitado.
Es cierto que no soy la persona más cariñosa del mundo contigo, y aunque a veces no te des cuenta, te demuestro cariño de la forma que puedo, ya sabes cómo soy con esto...
También es cierto que no soy todo lo agradecida que debería ser contigo, pero créeme que dentro de mí te doy las gracias por todo lo haces constantemente por mí. que sé que no es poco.
Y por último, sé que soy demasiado orgullosa contigo. Ni yo mismo sé por qué una palabra tan simple como es perdón me cuesta tanto decirla. Por eso mismo te quiero pedir perdón por todo. Por todas las veces que te he hecho daño, por todas las veces que no te he consultado algo, por todas las veces que no he mostrado empatía contigo. Por todas las veces que no te he demostrado lo mucho que me importas. Por todas las veces que no te he dicho TE QUIERO, Y QUE SI TE QUIERO MÁS REVIENTO.
Espero que te hayas llevado una agradable sorpresa leyendo esta entrada, y que cuando empezaras a leerla te fueras dando poco a poco cuenta de que era por ti.
Y bueno... Tengo que confesar algo. No sabía muy bien qué hacer para mi entrada semanal, no encontraba el momento de inspiración, me cuesta mucho llegar hasta ahí... pero la verdad es que hablar de ti es algo que no me hace falta inspiración. Me sale sólo todo esto que he escrito y que estás leyendo, aunque  te creas que no. Y sí, todo esto está saliendo de mí. Es cierto que soy una caja de sorpresas. O bueno... una caja de música, ¿no?
Y el resto de personas que han leído esta entrada... ¿en qué pensáis cuando os hablan del amor?
 
 
Comentarios
Publicar un comentario